El pasado miércoles Coque Malla ofreció un conciertazo a todos los que no quisimos perdernos la que será su retirada durante un tiempo de los escenarios. Concierto dentro de la programación de los Veranos de la Villa que se celebra en el Teatro Circo Price hasta finales de este mes.
Coque Malla salió por la puerta grande y en la mejor de las compañías, las diez mujeres que le acompañan en su último trabajo: Leonor Watling, Ángela Molina, Amparo Valle, Anni B Sweet, Alondra Bentley, Laura Gómez Palma, Rebeca Jiménez, Jeanette, Vilma y María Rodés.
Una despedida muy bien estudiada, ya que su último trabajo, “Mujeres”, fue pensado para grabarse en un sitio así, un espacio que compartir con sus seguidores, en un ambiente especial e íntimo donde juntar a diez mujeres con diferentes estilos, actrices y cantantes, que viajasen junto al artista recorriendo alguno de sus éxitos.
Colas y un teatro abarrotado con ganas de compartir con Coque Malla ese momento especial de su carrera, la prueba ni un asiento libre.
Según reconoció el propio artista, proyecto ambicioso en el que juntar a diez mujeres sobre un mismo escenario no es tarea fácil. Aunque algunas de ellas le hayan acompañado durante su gira, el concierto en el Teatro Circo Price era una cita irrepetible, la única representación en directo de Mujeres de la forma para la que fue concebido. Fue como estar reviviendo sus vídeos pero en primera persona.
Las diez voces se han escogido meticulosamente, aportando ternura y calidez a sus letras en un concierto íntimo en el que conocer un poco más al artista.
Poca iluminación gracias a las lámparas de tulipa sobre una alfombra roja que le daban un ambiente especial. Un público entregado con ganas de directo y Coque Malla con ganas de satisfacerlos.
Tras abrir con “La Mujer sin llave”, fueron desfilando por la alfombra las voces femeninas… mucha complicidad y un directo de calidad que tuvo momentos muy especiales como la actuación de Amparo Valle, actriz y madre de Coque Malla que recitó unos versos y que emocionada y llena de felicidad recibió un largo y caluroso aplauso por parte del público que no quería dejarla marchar, a lo que Coque Malla aclaró por si alguien aún no lo sabía: “es mi madre”.
Otro de los momentos especiales, la actuación de Vilma, que acabó la canción “Hace tiempo” a capela y sin micro, un silencio sepulcral como respeto a la artista que dio paso a un gran aplauso. Un concierto lleno de momentos especiales donde el público se iba dejando llevar según avanzaba el concierto, acabando todos de pie cantando las canciones y con ganas de más.
Un concierto íntimo y especial que volveríamos a disfrutar… ojalá la retirada de Coque Malla no sea durante mucho tiempo.
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