Entre los descubrimientos del 2014, una recomendación de una amiga que conoce nuestra pasión japo, nos sugirió que nos dejásemos caer por Maru, un restaurante de cocina coreana y japonesa que nos iba a sorprender. Nos dijo que no nos dejásemos guiar por la decoración del restaurante porque lo realmente sorprendente es su cocina (no se equivocó).
En estos casos, es como cuando a los niños les dices “no hagas eso”, así que lo primero que hicimos fue meternos en internet y buscar fotos, al principio puede no llamarte mucho la atención, la decoración no es para nada sobrecargada, es un espacio curioso, con colores vivos y fotos de Madrid en su entrada, te sugerimos pararte a echarles un vistazo.
Un espacio amplio dividido en varios salones con mesas grandes y separación entre estas, ambiente agradable y trato cordial por parte de los camareros, sin prisas porque acabes la cena. Algunas mesas tienen barbacoas para que puedas hacerte la carne al punto tu mismo, te sugiero reservar este tipo de mesas que es típico coreano y pedir alguna de las opciones de su carta para realizar en la barbacoa, no te defraudará.
Situado junto a la Gran Vía, sin saberlo, un viernes noches, nos las vimos y deseamos para aparcar, una vez en el restaurante nos comentaron que tienen un acuerdo con un parking cercano, así que cuando vayas a realizar la reserva menciónalo para que puedan informarte.
Aunque gran parte de las opciones de la carta son coreanas, tienes algunos platos japo, makis y rolls sobre todo, nosotros pedimos un poco mezcla de ambas cocinas. Mientras te preparan los primeros platos, te sirven unos aperitivos coreanos, avisaros que las raciones de los platos suelen ser generosas, así que mejor ir pidiendo poco a poco sobre la marcha.
Comenzamos con unas Empanadillas caseras de carne con topping de cebolla caramelizada (4 piezas – 6€), muy buenas.
Le siguió una Ensalada de goma wakame con rúcula, queso de cabra y tiras de salmón crudo (9€), una ensalada muy suave con unas generosas tiras de salmón, de este plato no dejamos nada, muy recomendable junto a las empanadillas como entrantes. La foto de la ensalada en carta no le hace justicia.
Le tocó el turno a la Tempura de vieiras salteadas con salsa de tomate y guindillas con cebolletas (13,50€), un plato que no estaba mal pero del que yo personalmente no pude tomar mucho ya que picaba bastante y no venía marcado en la carta como picante, un fallo, como no todo lo picante aparece marcado en carta, os recomendamos si no sois muy de picante preguntad al camarero antes de pedir para que os den otras opciones o no abusen. Menos mal que aún nos quedaba ensalada fresquita que lo contrarrestaba en parte.
Llegó el sushi a la mesa y con el nuestros ojos como platos, los makis y rolls son enooooormes, nunca había visto piezas tan grandes, no te cogen casi en la boca, y no solo eso, llenan mucho al tener una cantidad importante de arroz, me tocó comerlos en casi dos bocados por pieza porque era demasiada cantidad. Así que no vayas muy ligero porque si no eres de mucho comer, lo mismo con un roll sales cenado. Pedimos el Kimbab (13,50€) con surimi, zanahorias, nabo encurtido en vinagre, pepino, huevo, aguacate y tempura de espárrago, no estaba mal pero nos gustó mucho más el Uramaki flambeado, en su interior vieiras, aguacate y zanahoria, envuelto en atún, salmón y anguila flambeado con aguacate y huevas de trucha. Un plato muy muy bueno que no nos costó hacerlo volar.
Ya con estos dos platos de sushi estábamos llenos, al desconocer el tamaño, habíamos pedido para estrenar la barbacoa, unas Tiras de costillar de ternera marinada con salsa de soja (250gr – 15€), llegado este momento los hicimos lentamente sobre la barbacoa, vuelta y vuelta, pero sin prisas. Te lo sirven con lechuga sobre la que colocas la carne tras hacerse sobre la barbacoa.
Tras la cena conocimos a Kim (dueño y cocinero de Maru) y no pudimos dejar de preguntarle por el espectacular tamaño de los rolls y makis, nos comentó que como a el le gustan grandes y tiene las manos grandes, pues los sirve grandes, como a el le gusta el sushi. Muy buena respuesta y muy majete Kim, tuvimos una charla interesante y pudimos conocer más sobre su cocina.
Maru es un espacio donde se come bien con buena relación calidad precio, el ambiente es agradable y el trato correcto. Te recomendamos ir pidiendo por tandas, las cantidades son abundantes, incluso hemos oído hablar de su menú que gusta mucho y que es de buena cantidad por un precio de 12€, nos pasaremos a comprobarlo, ganas nos quedaron de volver para probar nuevos platos, interesante su combinación cocina japonesa y coreana.
¿NOS VEMOS EN MARU?
MARU
Calle Reina, 37. Madrid
Horarios: de lunes a sábado de 13.00h a 16.00h y de 20.00h a 23.00h (domingo cerrado).
Metro: Gran Vía
Parking en C/ Barquillo
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