Fresca, diferente, sexual y realista.
Si decides ir a ver “Vooyeur” prepara una buena dosis de sentido del humor, te hará falta si eres tímid@. Es una apuesta arriesgada y divertida, una forma diferente de proponer al espectador –un espectáculo sexual-. Me gustó, me reí, me ruboricé y sobre todo me llamó la atención la realidad con la que trabajan los intérpretes. Lejos, muy lejos de aquello de “vamos a hacer que hacemos sexo”, está Vooyeur. Te lo crees, y por suerte estás a oscuras porque si no mirarías hacia otro lado en más de una ocasión, o mejor dicho en más de una escena. Porque son varias las que transcurren a lo largo de la obra.
Es fresca porque la dirección se ha lanzado a aprovechar al máximo las posibilidades que te da el espacio. Involucra al público de una manera que no deja indiferente a nadie, no te permite acomodarte en la butaca hasta el final, nada de eso. Desde que recoges las entradas y pasas la puerta… empiezan las sorpresas (que obviamente no voy a descubrir, jajaja). Dependiendo del lugar de tu localidad la función será vista en un orden o en otro.
Cómo en la vida, la primera impresión es la más fiable y he de decir que al principio hay un monólogo bastante extenso que te mantiene con cierta incertidumbre. Pero cuando los dos personajes que hacen de guiadores, te ofrecen asistir a lo que podríamos llamar “microtreatros”, la cosa da un giro importante. A partir de ese momento, todo fluye. Y me refiero a las emociones y sensaciones que nos aporta el SEXO.
Una curiosidad que quiero compartir es que cuando vayáis fijaros, como los demás lo harán en vosotros, en las caras del resto de los espectadores cuando regresan a la sala principal. Podréis ver gente riéndose, fruto de los nervios, gente ruborizada, gente intentando ser invisible y sobre todo gente perpleja, que no entienden muy bien lo que están sintiendo. Es una experiencia muy buena, para los que nos gusta el sexo, claro. Para el resto de mortales que prefieren estar ocultos y en privacidad absoluta, no vayáis. Pero para los que les gusta probar cosas nuevas, es muy recomendable, además de que te ayuda a descubrir si eres Vooyeur o no, jajaja, algo que no puedes hacer así como así, no? Realmente es un espectáculo muy atractivo. Claro, como en todo, habrá quien quiera más y habrá quien piense que es demasiado… Vosotros decidís. El sexo sano, se practica donde uno puede y se tercia, pues en “Vooyeur” nos recuerdan que la vida es así y hay que disfrutarla!!!
La Interpretación: Sincera, en el ochenta por ciento totalmente creíble. Y reconozco que es difícil ser fresco en ciertas situaciones de la obra.
El Sonido: Que puedo decir, si me encantan los boleros… Si los efectos de ambiente son pajarillos… Está muy cuidado y es un pilar importante de la función.
La Escenografía: Mobiliario en movimiento constante. Espacios abiertos, sin prejuicios. Teatro desnudo… abierto para caminar y descubrir sus secretos.
La Iluminación: Totalmente realista. El detalle de las dos velas, produce magia. Y los oscuros están, al igual que la luz de “trabajo”, muy bien concebidos.
El vestuario: Sencillo, la lencería es la que cualquiera podemos tener en nuestros cajones. Eso hace más cercana la función a tod@s.
La Dirección: Muy buena. Sin complicaciones actorales, deja vivir la realidad en cada pase y es una apuesta muy acertada para el teatro de éste siglo. Enhorabuena.
El texto: Imaginativo, como ése cuento que a veces tenemos en la cabeza pero no llegamos a darle forma. Sugerente, nos hacer ver otras posibilidades de entender nuestras emociones.
Ya sabéis, sólo tenéis que ir:
A Disfrutar!!!
Y después si os apetece, lo compartís en los comentarios.
Teatro Galileo
Hasta 13 de junio 2015
C/ Galileo, 39. Metro: Quevedo
Horario: de jueves a sábados a las 20.00h y domingos a las 19.00h. Días 5, 6, 12 y 13 de junio a las 22.30h.
Tel.: 91 448 16 46
Precio: Desde 20 euros
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¿un poco subida de tono no?
Hola Claudia, ¿te refieres a la función o a la crítica?