¿Por dónde empiezo? Empezaré por una confesión: Yo soy de Leganés, de toda la vida. Nací aquí, y aunque hace años que me mudé a otros lares, ya sabes lo que dicen (“puedes sacar al chico del barrio, pero no puedes sacar el barrio del chico”). Así que no voy a disimular la emoción que sentí cuando me encargaron probar y escribir sobre este restaurante que hace muy poco que abrió en una de las más céntricas, comerciales, populares y populosas calles de Leganés (la calle Juan Muñoz). Un restaurante diferente, una apuesta arriesgada, atrevida, original, un (de momento) espacio único en este municipio del Sur de Madrid que, aunque late como una gran ciudad, aun tiene alma de pueblo.
Así que, como decía antes, ¿por dónde empiezo? Caminas por la calle Juan Muñoz, convertida ahora en una estupenda calle peatonal, y de pronto, a la izquierda, te encuentras la amarilla fachada de este gastrobar&lounge, con unas pocas mesas en la terraza. Ya solo con ver la decoración sabes que estás con algo diferente para la zona. Es una apuesta muy en la línea de los locales más chic de Madrid, distribuido en varias zonas creando diferentes ambientes, está decorado con mesas y paredes de madera, sillas de metal estilo retro, bancadas llenas de cojines…, muy bonito y acogedor. Pasas dentro y te atiende el personal: atento, correcto, simpático y muy amable. Y entonces echas un ojo a la carta, y descubres su apuesta por la mezcla, la fusión, con propuestas imaginativas y muy ricas.
Para arrancar, te proponen lo que llaman “Batiburrillo”, una selección surtida con entrantes para compartir. Empezar con las Sardinas con mango y aceitunas negras (12,70€) es comenzar con palabras mayores: suaves, perfectamente limpias y bien trabajadas, con un agradable equilibrio entre el dulce de la fruta y la acidez de la vinagreta. Eso es empezar con alegría.
¿Y luego? Hombre, pues unas croquetitas. Tienen una interesante opción, y es que puedes pedirlas en formato de 4 o de 8 unidades. Colocándolas de menos a más, ofrecen las Croquetas de gambas al ajillo con alioli verde (5,50€/4ud) que he de decir que no consiguieron conquistarme, las Croquetas de jamón ibérico con mayonesa de curry (4,50€/4ud) que estarían algo mejor si fuesen más intensas de sabor, y por último las Croquetas de morcilla, manzana y almendra (5,10€/4ud), que a mi personalmente me parecieron fantásticas, caseras, con rebozado fino y crujiente por fuera y melosas por dentro, aunque no necesitan la compota que las acompaña, están perfectas solas. No podéis dejar de probarlas.
Y si os parece poco, su propuesta de gyozas también es algo serio. Las Gyozas de rabo de toro con soja y curry rojo (5,75€/4ud) están bien cocinadas y sorprenden por su sabor potente, con la carne mechada y tierna, las acompaña una salsa de curry rojo no picante en exceso. Probamos también sus Gyozas crujientes de oreja y salsa brava (5,50€/4ud) perfectamente ejecutadas, sin ser excesivamente grasas, te deja un regusto picante y agradable en el paladar. Una gozada. Para los que duden ante la fusión tradicional/oriental, no deberían dudar ante la Focaccia de vieira, asadillo de pimientos y alioli (12,50€). Crujiente y a la vez esponjosa, equilibrado, plato generoso, con el sabor del aceite y del ajo en su justa medida. Un plato contundente que os recomiendo mejor a compartir si queréis probar más variedad de su carta.
Después, te proponen “Pecaditos”, donde puedes encontrar desde la Señora Hamburguesa receta de Rita hasta dos propuestas de Guao-Bao. Nosotros, ya que estábamos, decidimos probar los dos Guao-Bao que tienen en carta. El Guao-Bao de pato confitado, berros y chimichurri thai (4,65€/ud) que es uno de los platos que más salen en carta y su Guao-Bao de panceta, cebolla y rúcula (4,35€/ud) que es el que más me gustó, bien elaborado y sorprendentemente poco graso, con una panceta generosa y crujiente.
Entre los platos fuertes, sin lugar a dudas, el Tataki de buey con praliné de piñones (16,75€) es su “pièce de résistance” (o como diríamos en Leganés, es “la caña de España”). Su corte fino, bien marcado, aunque con un punto menos estaría perfecto, la calidad de la carne es excelente, con sabor y textura muy bien lograda. El punto negativo, excesiva salsa que utilizan para decorar por encima con quizás demasiada alegría y eso acaba contrarrestando el sabor de la carne. Estaría mejor servirla a parte para tomar al gusto.
¿Y para el postre? pues de nuevo, que no pare la fiesta. Interesantes propuestas que incluyen una Espuma de yogur, migas de oreo y mango estofado (5,50€), postre ligero sin pasarse de dulce, fresco y perfecto si vas a “tocadedo”, el que más me gustó, en parte por esa fusión de diferentes texturas en boca. Cuentan también con una buena selección de tartas caseras, o un incluso un Tatin de manzana con helado de vainilla y crema inglesa (5,50€), quizás un poco más clásico.
¿Quieres más cosas? Pues tiene 40 platos en su carta, y no hemos probado ni la mitad. Tengo que echarle el diente al tartar de atun rojo con mayonesa de wasabi, al lomito de cordero a baja temperatura lacado con membrillo, o al ceviche de mero, que me garantizan al menos volver un par de veces. Añádele a todo esto que además tienen unos interesantes cócteles, que los sábados por la noche ofrecen además sesiones de música en directo, una variada oferta de desayunos para las mañanas, y los días de diario un menú más que interesante, y tendrás, finalmente, un proyecto muy a considerar, y la constatación, finalmente, de que hay vida más allá de la capital.
¿NOS VEMOS EN RITA LA CANTAORA?
RITA LA CANTAORA
Calle Juan Muñoz, 43
Horario: de lunes a jueves de 08:00 a 23:45h, viernes hasta las 02:30h, sábados de 09:00 a 02:30h y domingos de 09:00 a 23:45h.
Teléfono: 918321961
http://ritalacantaora.es/
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