Para garantizar la seguridad de la Casa de Campo, la Junta de Gobierno ha autorizado la prórroga del contrato de servicios de defensa contra incendios forestales.
La Casa de Campo es un parque forestal de 1.722 hectáreas, con abundancia de masas arbóreas de pinos y encinas, así como de frondosas en los arroyos y paseos. Durante la época estival aumenta el riesgo de incendios por lo que es necesario disponer de un operativo específico para hacer frente a estas situaciones.
El Servicio de Defensa contra Incendios Forestales en la Casa de Campo funciona en el periodo de mayo a octubre (en función de las condiciones meteorológicas), que es el de máximo riesgo. Está basado en tres aspectos fundamentales de actuación: prevención, detección y extinción de los incendios forestales.
Prevención
Los tratamientos preventivos consisten en romper la continuidad del combustible vegetal, creando barreras que dificulten la propagación del incendio, tanto horizontal como verticalmente.
– Cortafuegos: franjas en las que se elimina totalmente la vegetación.
– Líneas de defensa apoyadas en la red de caminos existente.
– Podas de ramas bajas
– Desbroce de matorral
– Siega de vegetación herbácea
Detección
La inmediata detección de un incendio se realiza mediante una red de vigilancia formada por dos torres, con servicio las 24 horas del día, que localizan los conatos de fuego. Su labor se complementa con patrullas durante los momentos de mayor riesgo de incendio.
Extinción
El servicio dispone de tres retenes forestales de pronto ataque, dotados de dos autobombas forestales ligeras y dos vehículos todo terreno de extinción, que están en activo las 24 horas del día los siete días de la semana.
Veintisiete personas trabajan en los retenes forestales de pronto ataque: 1 jefe de unidad, 1 técnico de apoyo, 4 técnicos de extinción, 1 encargado general, 2 encargados, 6 conductores de autobomba ligera y 12 peones especialistas. A estos hay que añadir los diez vigilantes en las torretas.
La extinción está basada en la detección inmediata del incendio, movilización de medios, localización de focos e intervención en el denominado «pronto ataque». El operativo está dimensionado de manera que se intervenga en cada incidencia con tiempos de respuesta inferiores a diez minutos.
Cuando no están realizando labores de extinción, los retenes se dedican a trabajos preventivos de incendios, eliminando combustibles en las zonas más sensibles de la Casa de Campo. También realizan rutas de vigilancia y disuasorias por toda la superficie del parque, con especial incidencia en las zonas de mayor afluencia de público.
El Servicio de Defensa contra Incendios Forestales en la Casa de Campo complementa durante la época de máximo riesgo de incendios los trabajos desarrollados durante todo el año por el personal municipal de la Casa de Campo, como son desbroces, podas de la vegetación arbórea, tratamientos selvícolas, etc.
La prueba de la eficacia del modelo aplicado es la disminución importante de la superficie afectada por este tipo de siniestros en el Parque: de los 98.434 m2/año afectados por incendios en el periodo 2000-2003, se ha pasado a una media de 8.337 m2/año en el periodo 2004-2010.
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