Verano en Madrid. Aunque parezca lo contrario, el verano en Madrid con los niños es una multitud de planes que hacer, cosas que ver y sitios a los que ir. A las consabidas piscinas, terrazas, parques y demás, la canícula y las vacaciones nos dan la posibilidad de hacer con los niños cosas que normalmente no haríamos. Como ir al museo (si, si, niños en el museo). Y en concreto, al MAN – MUSEO ARQUEOLOGICO NACIONAL.
Yo no se vosotros, pero nosotros desde que somos una familia, hemos visitado museos variopintos en cualquier sitio al que íbamos de vacaciones. Recuerdo haber ido a visitar un museo del pan en Santa Eufemia (Asturias), un museo de la tortura en Santillana del Mar (Cantabria), un museo de minas en San Martín, una dársena de las carabelas en Palos, incluso recuerdo haber visto un museo del plátano, pero no recuerdo dónde. Allá donde fuésemos de vacaciones, además de la playa y la montaña siempre acabábamos en algún museo. Y sin embargo, nunca habíamos ido con los niños a ninguno de los extraordinarios museos de Madrid, la ciudad en que vivimos y que (que nadie se ofenda), tiene la mejor oferta de Museos de España.
Así que nos liamos la manta, y nos plantamos el pasado martes en el Museo Arqueológico Nacional. Ale, a ver que tienen. Lo primero que hay que decir es que la reforma acometida ha convertido al edificio decimonónico que yo recordaba de mis excursiones con el colegio en un centro extraordinario, amplio, claro, luminoso, fácil, accesible. La impresión general es la de comodidad y claridad. Permite el recorrido cronológico por el pasado de España (pues en su mayoría son piezas procedentes de yacimientos arqueológicos españoles) de una manera natural, con espacios y salas perfectamente acondicionadas y dotadas.
Hay que decir que la calidad de las piezas es extraordinaria. Piezas únicas, tesoros preciosos, perfectamente iluminados y expuestos. A los niños les encantó y les impresionó profundamente toparse con la Dama de Elche y su mirada serena, flanqueada por la Dama de Baza. Se fascinaron ante el Monumento de Pozo Moro, asombrados ante el Tesoro de Guarrazar y su riqueza, la estatua de Livia, los mosaicos romanos, las estelas en piedra, las momias. Es realmente impresionante ver como los niños se sintieron conquistados desde el primer momento, yendo de vitrina en vitrina. Además, una de las cosas que más les gustó es la posibilidad de “tocar” los objetos en algunos paneles especialmente dispuestos para ello. Es un museo de una belleza extraordinaria, pero lo mas extraordinario es ver a los niños en un museo de historia como si estuvieran en una aventura.
Para redondear la faena, una vez terminada la visita (que recomendamos hacer con tiempo, pues es ENORME), se puede visitar la recreación con todo lujo de detalle de la bóveda de las Cuevas de Altamira. Impresionante, sencillamente impresionante.
En resumen: la visita al Museo Arqueológico Nacional es uno de los mejores planes que tienes si quieres pasar un muy agradable y educativo rato con los niños. No te arrepentirás, te preguntarás por qué no lo has hecho antes, y sobre todo, te preguntarás cuándo vas a volver. Además, los niños pasan gratis, ¿a qué estas esperando?, ¿a una nueva etapa histórica?
La opinión de Mario (10 años): Lo mejor de todo, las gafas de realidad virtual que había en cada planta, que te permitía meterte en casas romanas, en cuevas, en cada una de las etapas históricas.
La opinión de Natalia (8 años): lo mejor de todo, una calavera con corona de oro que había, yo lo llamo “el Rey Esqueleto”.
LUGAR: MAN – Museo Arqueológico Nacional. C/ Serrano, 13. Metro: Serrano y Retiro
HORARIO: de martes a sábado de 09:30 a 20:00h, domingos y festivos de 09:30 a 15:00h.
PRECIO: Entrada general: 3€. Entrada gratuita los sábados desde las 14:00 h y domingos por la mañana.
TELÉFONO: 91 577 79 12
MÁS INFO: www.man.es
Si, tiene la mejor oferta de piezas que originalmente son de otras provincias. Y que algún día recobraremos, espero, de las manos que nos las han expoliado. Y así tengas «BUENAS» cosas que ver cuando vengas de vacaciones a compartir un menu del día entre toda tu familia, como suelen hacer lxs madrileñxs. A aparcar encima de restos históricos, etc.