Desde siempre, y mucho más a raíz de algunos éxitos cinematográficos como el archiconocido de «Memorias de África», Kenia ha sido el destino favorito de los amantes de la naturaleza en el llamado continente negro. Su nombre evoca fieras y animales salvajes, especialmente cinco de los más grandes: el elefante, el león, el rinoceronte, el leopardo y el búfalo. Y los safaris, nacidos en este país con la llegada a la costa de los primeros exploradores europeos, son su gran atracción turística.
De Kenia se dice que no tiene rival en el continente africano a la hora de contemplar la vida salvaje. Y tienen razón los que lo aseguran, aunque sólo se trate de la punta de un inmenso iceberg. Porque Kenia ofrece mucho más, desde los laboriosos escarabajos peloteros y mariposas multicolores hasta los buitres más grandes del mundo pasando por las llamativas manadas de elefantes cubiertos de polvo rojizo. Y en lo que se refiere a los hábitats, no sólo destaca por sus conocidas planicies extensas de la sabana. También cuenta con densos bosques, lagos, cumbres vertiginosas (el pico más alto del país es el Monte Kenia con 5.119 metros), prados alpinos, cuevas, arrecifes de coral., playas vírgenes y deltas, territorios todos ellos que pueden ser explorados.
La mayoría de los visitantes que se acercan a Kenia se sienten atraídos por los famosos safaris de la sabana. Miles de personas de todo el mundo se dan cita aquí, normalmente en el mes de septiembre, para asistir y disfrutar del estruendo de las pezuñas del más de millón y medio de ñus que migran desde el Serengeti. Las praderas del Masai Mara han reverdecido con la llegada de las lluvias y el impresionante río Mara se desborda tras aumentar de manera considerable su caudal, tragándose a su paso a cientos de animales que luchan a vida o muerte para llegar a la orilla. La migración es una parte del ciclo vital que se puede admirar en este destino soñado por los amantes de la naturaleza.
Participar en un safari resulta una experiencia inolvidable. Ya desde los inicios, estos viajes mantenían un halo de aventura y romanticismo. Y lo siguen manteniendo, quizás de una manera más ordenada, más occidental incluso, pero no menos atractiva para el que se acerca a estos bellos parajes. Se pueden explorar las llanuras en un vehículo todoterreno -cada vez hay más compañías que utilizan guías que hablan español-, sobrevolar las copas de los árboles montado en un globo, cubrir un recorrido en canoa o hacer senderismo por la selva tropical parándose incluso a tomar una copa de champán en un momento de descanso. Todo es posible en este mágico lugar. Y los que quieren asumir menos riesgos pueden sentarse a contemplar, desde el balcón de un refugio de lujo, como los elefantes se acercan a un abrevadero o las menos queridas hienas se desplazan por la noche para buscar carroña.
La columna vertebral de Kenia es el Rift Valley, el «valle de la vida», que atraviesa el país de norte a sur dando pie a mesetas, picos volcánicos, flujos solidificados de lava, cañones y lagos. Pero las planicies y la gran sabana son su principal atracción. En este jardín del edén, convertido en zona de pastoreo para las manadas y en terreno de caza para los leones y otros depredadores, brilla la vida salvaje.
Pero en esta inmensa superficie el visitante no puede olvidarse de los lagos, tanto de agua dulce como salina. Quizás el más famoso sea el Lago Nakuru, con su bella estampa de miles de flamencos rosados, pero tampoco le va a la zaga el Naivasha, con sus más de 400 especies de aves distintas y sus acacias de color amarillento que cubren las orillas de este lago frecuentado por cebras, jirafas y búfalos., o también el Baringo, donde abundan los cocodrilos y los hipopótamos.
Kenia es también un auténtico crisol de culturas. Sus cuarenta y dos tribus, cada una con su propio idioma, enriquecen la vida de un país donde se puede descubrir a los más famosos guerrero masai del sur a los menos conocidos marineros suahili de la costa.
LAS MARAVILLAS NATURALES DE KENIA
– Masai Mara: La reserva preferida de los kenianos y de los turistas. Su sabana, que ocupa 1.672 kilómetros cuadrados, es el escenario de la gran migración.
– Samburu, Shaba y Buffalo Springs: Territorio árido y seco atravesado por el río Ewaso Ngiro. El principal hábitat de elefantes, leopardos, órix beisa, jirafa reticulada y gerenuk (antílope-jirafa).
– Tsavo: Un inmenso territorio por explorar. El tren que une Kenia y Uganda atraviesa estas espectaculares planicies.
– Meru: Un paraíso verde a orillas del río Tana. En este lugar fue liberada la leona Elsa, que dio pie a la película «Nacida libre».
– Nairobi: Su parque nacional fue la primera reserva protegida del país. Rebaños de cebras y jirafas, mandas de leones y familias de rinocerontes están a tan solo veinte minutos del centro de la ciudad.
– Laikipia: Un destino ideal para el ecoturismo con refugios sorprendentes.
– Parques Marinos: Kenia dispone de cinco reservas y parques marítimos donde se puede practicar el submarinismo. Además de los arrecifes de coral, el visitante se sorprenderá de su rica fauna: tortugas, morenas, delfines…
Textos y fotografías: Europa Press
Hola:
Nosotros nos vamos en julio, si alguien se anima a este fantastico viaje, aqui tenéis el pedazo de viaje que hemos ocntratado: viajas.com/viaje-a-kenia-y-tanzania-julio-2011
alguno se anima?