En 1882, los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, dos profesores alemanes que habían escrito algunos libros sobre lingüística histórica y un diccionario alemán, tuvieron la osadía de publicar un libro al que titularon “Cuentos de la infancia y del hogar”.
El cuento número 26 comenzaba así: “Erase una vez una niña tan dulce y cariñosa, que robaba los corazones de cuantos la veían; pero quien más la quería era su abuelita, a la que todo le parecía poco cuando se trataba de obsequiarla. Un día le regaló una caperucita de terciopelo colorado, y como le sentaba tan bien y la pequeña no quería llevar otra cosa, todo el mundo comenzó a llamarla Caperucita Roja”.
Caperucita Roja. La eterna niña con su cestita cargada de manjares, atravesando el bosque para ir a casa de su abuela (la eternamente enferma y siempre sola), eternamente advertida por su madre a la que eternamente desoye, distraída, juguetona, confiada con el lobo. El cuento infantil por excelencia, nos llega de nuevo de la mano de “La Coja Producciones” y de Sara Pérez, en formato de musical para niños, los sábados a las 16.30 en el Teatro Galileo.
¿Qué podemos deciros de esta obra? Para empezar, una advertencia: no es para niños muy pequeños, o que puedan impresionarse fácilmente. En el pase al que nosotros asistimos, unos padres tuvieron que sacar a su hijo (de unos 5 años aproximadamente) en mitad de la función, en la escena en la que caperucita sueña con su abuela/lobo y con la gallina muerta Apolonia. (La escena es absolutamente genial, pero hasta Natalia se pegó un susto).
Y una vez que lo hemos dicho, a partir de aquí debemos decir que la obra es realmente buena. Tiene momentos auténticamente brillantes (la historia de la mujer lobo, insertada en mitad del mercado envolviendo sin aviso la historia infantil con un halo mágico, y el dialogo de Caperucita con el Lobo y su juego de adivinanzas, o la antes mencionada escena del sueño), sorprendentes en medio de la historia, haciendo difícil juzgar a esta obra dentro del clásico musical para niños, aunque a renglón seguido vuelve al tono bromista, haciendo las delicias de los pequeños con sus gracias. Pascual Laborda y Tatán Sellés hacen un gran trabajo, un trabajo estupendo, que demonios, a ratos clowns, a ratos serios (ya os decimos, nuestros niños se quedaron mudos y ojipláticos con la escena del lobo en las escaleras cantando a la luna). Laura Fernández (a la que acabábamos de ver en Laura y el Enigma), vuelve a demostrar que será alguien a quien seguir de cerca en los próximos años, simplemente fantástica.
Los números musicales, dinámicos, tan bien ejecutados e insertados que no te das cuenta de que los actores han dejado el dialogo y están cantando. Nos ha encantado, nos ha gustado mucho. ¿Qué más queréis que os digamos? Es buena, y lo que es mejor, es de esas obras de las que luego continuas hablando en el coche, lo cual, si fuera una obra “de adultos”, no sería tan raro, pero teniendo en cuenta que es una obra infantil y con los que terminas debatiendo son con tus hijos menores de 8 años, convierten a “Caperucita Roja” en (como mínimo), una obra fuera de lo común.
La opinión de Mario (7 años): Lo que más me ha gustado es cuando en el sueño, la abuela se convierte en lobo.
La opinión de Natalia (5 años): Lo que más me ha gustado ha sido el cuento de la mujer lobo y cuando se comían a Caperucita Roja y a la Abuela.
Teatro Galileo
C/Galileo, 39. Metro: Quevedo
Fechas: Hasta el 9 de enero 2016. Últimas funciones de enero el lunes 4 a las 17:00h y el sábado 9 a las 16:30h.
Precios: Desde 14€
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